Golpea tú primero

Qué fácil es posponer aquellas cosas que nos cuestan trabajo, ponerlas en la lista de los pendientes para disimular y luego dejarlas allí olvidadas.

Esto no es gratuito, hay estudios completos acerca de por qué procrastinamos y cómo nos auto-saboteamos con ello. Y sin embargo, todos seguimos haciéndolo de vez en cuando.

Frente a las labores indeseadas/difíciles/aburridas, sean del trabajo de nuestros sueños o del que nos está permitiendo recorrer el camino que nos llevará a lo que queremos, lo más recomendable es “to eat the frog first”, que básicamente significa hacer primero en el día las cosas que más trabajo te cuestan/ las que no quieres hacer.

¿Odias hacer gestión comercial? ¿Te cuesta escribir ese correo? ¿Se te dificulta analizar/revisar ese archivo? ¿Le tienes pereza a hacer esas cuentas? O a ¿hacer esa llamada? Enfréntate a eso a primera hora y sácalo de la lista. Te sentirás liviano de inmediato.

Lo mismo debes hacer si tienes pendientes varias actividades tipo “rana”. Prográmalas todas al principio del día.

Esto aplica tanto si sueles ser más productivo en la mañana que en la noche, y viceversa.

Otra cosa que vale la pena destacar es que el trabajo suele ser muy eficiente en bloques de 40 minutos con descansos de 15-20 entre ellos. Sin interrupciones, se alcanza un nivel de concentración que permite encontrar soluciones y alternativas a los temas más complejos.

Por lo tanto, no solo es importante comerse la rana, sino reservar el espacio para poder hacerlo, sin notificaciones, llamadas entrantes, e-mails o interrupciones de ningún tipo que nos puedan sacar “del flow”. En lo posible, claro está.

Al terminar, todo lo demás será ganancia, y el día transcurrirá con fluidez, aunque todo no sea perfecto, porque al menos, ya habrás “salido” de eso.

¡Inténtalo!