Nunca es tarde

A medida que pasan los años y dado el ritmo vertiginoso con el que ocurren los cambios ahora en el mundo, es lógico sentir que el "momento" de uno ha pasado.

La responsabilidad de los hijos, las obligaciones laborales, financieras, familiares, los quebrantos de salud y un largo etcétera de cargas que en la primera juventud no se tenían, empiezan a pesar como un yunque en la espalda, que resulta demasiado pesado como para mirar, así sea por un momento, hacia el horizonte, y caminamos como mulas cargadas por un sendero que los demás han hollado con los pies antes que nosotros.

El mensaje que aparece al principio de este post nos recuerda que no es así. Nunca es tarde para buscar lo que anhelamos, sea un trabajo que nos guste, una pareja que nos haga feliz, un hijo a quien amar y educar, una vida en otro país, una obra con la cual ayudar... cada uno tiene su propia inspiración al respecto... ¿por qué habríamos de rendirnos? ¿quien dijo que no podemos seguir intentando?

La invitación es a hacer oídos sordos a todo aquello que nos quite impulso, energía o poder para dirigirnos hacia lo que queremos, para buscar la manera de traerlo a nuestra vida. Y es que como decía Wayne Dyer (1940-2015) el conocido filósofo, autor y conferencista en temas de autoayuda, usted no puede permitirse tener bajas expectativas respecto a lo que es capaz de crear.

¡Adelante!