“¿Acaso usted cree que trabajar en una empresa hace desdichada a la gente?”
- Milena Clavijo
- 17 jun 2016
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 26 ago 2020

Esta era una pregunta frecuente de aquellos escépticos que escuchaban del libro por primera vez.
De ninguna manera estoy diciendo que las personas no pueden trabajar y ser felices en las empresas, por supuesto que pueden. Hay empresas fantásticas en las que la gente puede aprender y desarrollarse, ser ascendido y obtener además una buena remuneración. Yo misma trabajé en una empresa muy buena, donde me sentía valorada y donde se recompensaba ampliamente el buen desempeño.
En el prólogo del libro soy clara: No es mi intención deslegitimar el camino de la profesión conveniente a la economía y el trabajo en las empresas. Lo que yo quiero rescatar es que la legitimidad de ese camino no quiere decir que sea el único, o que desearemos transitarlo para siempre.
Necesitamos saber que existen caminos alternos, otras posibilidades, que la gente que creyó en que sus sueños eran posibles y lograron alcanzarlos no es de mentiras, sino real y está entre nosotros. Claro, tuvieron que enfrentarse a muchos obstáculos para salir adelante, pero lo lograron. Ese camino los llevó a tener lo que deseaban, a dedicar sus días a hacer aquello que realmente los inspiraba y a tener los ingresos que necesitan. Algunos incluso, mucho más que eso.
Tampoco estoy diciendo que todos los cambios tienen que ser tan radicales. Es sólo que quise enfocarme en las transformaciones más fuertes porque esos son los casos que la mayoría de la gente piensa que no son posibles, asumiendo que están locos y que no lo van a lograr nunca. Y resulta que no es así.